martes, 7 de agosto de 2012

¡¡¡¡¡Nuevo espectáculo para octubre!!!!! y para ello... NOS VISITÓ DANIEL PONCE, ESPECIALISTA EN TODO...

Nos visitó Daniel Ponce, quien pidió que no lo consideráramos Especialista de Nada, para luego demostrarnos ser Especialista en Todo (más allá de los títulos: antropólogo, profesor en Artes audiovisuales, escritor, poeta, músico, coleccionista, etc.). Muy amigablemente amigablemente, con simpatía -sin embargo una enorme rigurosidad-, nos enseñó el increíble mundo de los ‘instrumentos informales’. Consiguió, como intentamos que suceda cada jornada en TeTeBA, que hiciéramos todos juntos alguito de música y teatro a la vez, convenciéndonos a cada paso de que siguen existiendo mil razones, y mil ocasiones, para mejorar el mundo, aunque sea a través de ratitos como éste.

Su charla versó sobre cómo fabricar instrumentos musicales informales a partir de cualquier elemento desechable.
Nos hizo un recorrido desde su infancia, recordando a un tío muy simpático que le hacía música a partir de un peine con celofán, que le despertó el interés.
Luego dio como ejemplo los instrumentos desarrollados por Les Luthiers a partir de elementos insólitos que describió; lo que se busca es que la música que emiten sea afinada, con notas y con sonidos parecidos a los de los instrumentos convencionales.
Por ejemplo ‘la guitarra de Lata de Batata’ (o ‘guitarra dulce’), o el ‘Bidetófono’ a partir de un bidet pero de fibra de vidrio, lo que lo hace liviano y en la concavidad con un material que hace la resonancia.
Citó a distintos creadores, como “La banda basura” de México, que hace música con elementos de la basura; o a un músico que tocaba el serrucho (con el grupo “Los Tururú Sereneiders”), curvándolo y utilizando un arco de violín.
Los negros Norteamericanos hacían Jazz usando lo que podían e inventaron un contrabajo usando un balde de Zinc con un arco y un hilo de acero, batería de cucharas, la tabla de lavar,(La banda de rock Creedence Clearwater Revival adopta esta modalidad). Contó como los pueblos caribeños arman tambores de acero con barriles de petróleo  (steel drum).

Los instrumentos de viento comenzaron con las conchas marinas usadas por los Griegos y los Mayas e Incas, luego la trompeta digamos recta, que posteriormente para el uso militar se curvó y se convirtió en clarín, al que luego se le agregaron pistones convirtiéndose en trompeta; otra variante para dominar la columna de aire se vio a través del trombón a vara, y el sonido más grave con la Tuba.
Vimos distintos aerófonos, que son los instrumentos que se soplan y hacen vibrar alguna membrana, como el “kazoo”, que puede ser de metal o plástico, al cual se le pueden agregar muchos elementos para aumentar su resonancia y alcance -ya sea caños de metal, plástico, madera.
Se pueden conseguir hechos de metal o de plástico en casas que venden instrumentos musicales como “Daiam” de la calle Talcahuano y Sarmiento, en la que te atienden muy mal pero tiene de todo.

Los instrumentos más primitivos son los instrumentos de percusión que se pueden fabricar con casi cualquier cosa. Estos son los que nos hacen vibrar, porque emulan de alguna forma al ritmo del corazón. 
Un instrumento de percusión mencionado, hecho con una vasija de cerámica con 2 orificios, es el “Udú”. También Panderos, Panderetas, parches para armar.
Otro interesante ejemplo: unos tubos que se cortan a determinadas longitudes utilizando un globo para conseguir la nota y así cortando varios realizar una escala para luego golpeándolas con unas ojotas (chancletas) lograr un efecto como el de una marimba o xilofón.

Contó como los pueblos caribeños arman tambores de acero con barriles de petróleo  (steel drum). Se trabaja el metal golpeándolo para que suenen notas definidas.  Esta suerte de marimbas deben ejecutarse con sumo cuidado, porque el uso incorrecto puede dañarlas irreparablemente. Por este motivo no se prestan.

Para la fabricación de instrumentos caseros, son útiles los tubos de carretes de distintos tamaños muy resistentes.
Otro instrumento es el “Matófono” (Saxo de bolsillo) a partir de una calabaza de mate que se corta a 2 cm de un lado y se lija cada cara para que cierren exacto, y se hace un orificio para soplar: al hacerlo hay vibración.
También dio la explicación de cómo se hace un “berimbao” a partir también de una calabaza, en este caso mucho más grande, al que se le adiciona un arco, se une a la calabaza con un alambre rígido y se fricciona una moneda, produciendo ese efecto tan característico.
Otro instrumento de viento para producir efectos es el “Pito de émbolo”, que es un pito con un tubo y un pistón interno y una varilla o aguja de tejer doblada que lo mueve a través del tubo.
Hizo un güiro a partir de un caño de aluminio con agujeros al que le hizo agujeros con clavos y un le agregó un mango.
Luego mostró y tocó un instrumento de percusión que se utiliza para tocar Charleston, que es la tabla de lavar, a la que le agregó una placa de aluminio acanalado, una caja china, una jarrito metálico, una cajita de caramelos metálica, un cenicero metálico y un platillo hecho por un murguero.
También recomendó la búsqueda en Internet de varios maestros de instrumentos informales.

Cayó la tarde, y el cincuentenar de integrantes de TeTeBA, que es los que somos este año, salimos ‘cantando bajito’, haciendo sonar cualquier cosa al alcance y soñando con una orquesta ‘informal’ para acompañar durante el presente ciclo nuestro Proyecto de llevar a teatro “El llano en llamas”, de Rulfo. Y convencidos que este buen hombre que nos visitó usó como pretexto el tema de la charla para adentrarnos en un mundo enorme de posibilidades que parece marchar paralelo a nuestros sueños de teatristas. Y al que vale la pena registrar para seguir creciendo como seres embarcados en demostrarle a la realidad que la podemos tomar por los cabellos, pero sin gesto brusco, con expresión delicada o con música saliendo de un cuenco o una lavativa.
Gracias Ponce y a todos los presentes.